Hola, soy Miguel, saludos cordiales. Dura es la gira, pero es la gira. Después de haber dormido cuatro horas la noche del viernes, ya que, después de hacer entrega de unas cuantas promos por garitos de marras, acabamos en el Star pegando el cartel de nuestro concierto en Madrid muy bien acompañados... Nos dieron las 5 y la noche casi se complica. Pero la maquinaria de la G no se detiene ante nada, así que, a eso de las diez ya andaban estos por el local metiendo los trastos en la furgoteta digooo furgoneta (que tira más que dos carretas). En qué estaría pensando yo... Bueno, pedí disculpas por llegar tarde y después de meterlo todo, nos dirigimos a Terras Galegas. Hacía un sol de carallo, pero íbamos bien aprovisionados de birras fresquitas. Yo, agua pa los ranos.
Nunca el dicho tuvo más sentido...
Llegamos a A Coruña a media tarde, así que nos dio tiempo a ducharnos y echar una minisiesta, que bien falta nos hacía. Partimos hacia la sala a las seis y media y allí ya nos estaban esperando los componentes de Soulcharmer que nos echaron una mano a la hora de descargar todo el equipo. Después de las pertinentes pruebas de sonido, nos fuimos con ellos a cenar algo a toda hostia, ya que se nos echaba el tiempo encima. Compartimos mantel, cervezas y anécdotas de viejos músicos. ¡Jajajaja, la del piernas cortas de las maletas, la mejor! Buena gente esta.
Sinceramente, tenemos que decir que teníamos la impresión de que no iba a venir ni Cristopher Lambert. Estábamos cansados y un poco decepcionados, aunque ya sabíamos con qué nos íbamos a encontrar cuando empezamos la gira. No estábamos muy motivados, pero, hubiera la gente que hubiera, nos íbamos a entregar y a sudar como siempre.
El concierto comenzó con un poco de retraso, así que tuvimos que decirles a los Soulcharmer que cortaran antes, ya que los de la sala al parecer eran muy estrictos en cuanto a los horarios y nosotros no íbamos a tener tiempo a hacer nuestro set. Es la hora de salir. Terminamos de calentar y empezamos a montar nuestras cosas. ¡Coño!, cuál es nuestra sorpresa al ver que hay bastante más peña de la que esperábamos, y se quedan a vernos. Pues con este plus de motivación, empezamos a tocar.
Chapeau para el público de esta noche. Nos llevaron en volandas durante toda la actuación. Para el músico, es realmente gratificante ver cómo la gente está disfrutando de tus canciones. Nadando en sudor, desplegamos para ellos todos nuestros temas, trucos, poses, chascarrillos, saltos y asaltos, que casi me cuestan otro inalámbrico nuevo, otra vez. La gente se lo estaba pasando bien, joder, no lo digo yo, sino que de verdad pedían más. Pues, aunque no lo teníamos preparado (más bien íbamos a recortar algún tema del set) hicimos un bis. Bueno, dos, porque la ovación fue tal que nos vinimos arriba y nos picamos el "Cowboys From Hell" de Pantera, que hacía mazo que no lo tocábamos. Yo ya estaba déstrozo, así que pedí que alguien se subiera a cantarlo, a lo que accedió el batería de Soulcharmer, un máquina (tocando la batería) jajaja. Se la inventó toda, el cabrón, jajaja, pero no importaba, ya que el fin de fiesta fue apoteósico: nosotros brincando, este chaval berreando, el público casi encima de nuestras pedaleras... la polla. Gracias una vez más.
Santi, firmando el finiquito con la G.
Todo esto no es una impresión subjetiva, porque al final vendimosunos cuantos discos y camisetas, la gente se hacía fotos con nosotros, nos pedía que les firmáramos el CD o nos volvía a aplaudir desde la barra. Estábamos machacados, pero satisfechos y contentos. Joder, quién nos lo hubiera dicho hora y media antes. La gente del garito, también se tiró el rollo permitiéndonos tocar más tiempo del pactado (la gente estaba consumiendo) y nos invitaron a alguna cerveza mientras recogíamos los bártulos. Es digno de mención decir que el ex-abstemio Kasko se tomó un ron con limón. Can das cajanas!
Nuestras fans féminas son timidillas... pero nos dejan mensajitos en el parabrisas de la furgo: "Yeah!!! Un concierto flipante! Las chicas de primera fila"
Una vez todo en la furgoneta, nos percatamos de que el barrio en que estábamos era de ambiente parecido a Chueca, así que decidimos pirarnos cuanto antes ya que nuestros chascarrillos pseudohomófobos no estaban bien vistos por allí. Estoy seguro que a alguno de los personajes que hemos conocido durante esta gira le hubiera encantado la vecindad...
Pues yo creo que Miguel si encajaba en el ambiente de la zona...
Con el ojete intacto (comentario políticamente incorrecto, je) llegamos al centro de A Coruña, visitamos un par de garitillos y hablamos con algunos de los nuevos fans (¡que llevaban ya puesta la camiseta!). Kasko y Santi decidieron hacer una retirada a tiempo y Dani y yo nos quedamos a tomar un par de cervezas más admirando las bonitas piernas (con sus taconcitos y todo) que gastan las niñas por aquí. Buf. Viendo que, al ir payasos vestidos, jajajaja, no íbamos a poder acceder a ninguno de los garitos donde se dirigían sus pasos, decidimos chapar nosotros también. Además, estábamos hechos polvo y nos quedaban otros nosecuántos kilómetros al día siguiente.
Los fans con sus preciadas posesiones.
Seguimos palmando pasta, como siempre, pero más felices.
Adiós (a os mortos y a de os ovos tortos).