Holaaa, soy Miguel, como ya me habréis reconocido por la voz. Ya recuperado del excitante y ajetreado finde, que empezó con el concierto de los paketes de Mr. Big y acabó el domingo con la aplastante victoria de las huestes del gran Pau Gasobol sobre los serbios …JUGÓN!!!
Pues eso, el sábado a las tres de la tarde, partimos hacia Bololandia con algo de retraso ya que al Dani y a mí, se nos complicó la noche y a las doce y media de la mañana todavía estábamos tomando cañas… cuando nos dimos cuenta que casi teníamos que estar ya en el local. Una vez recogido el equipo y habiendo llenado la furgonetaca de Ayuso “Asheim” de los UNSOULED, que completaban la caravana del metal castizo, tiramos para Toledo con unos cuerpos que pa qué te cuento…
Nos recibió allí Paula Chávez, del programa Krápularock, organizadora del evento. El local en cuestión no estaba acondicionado para un concierto de estas características, así que entre todos tuvimos que montar el chiringo. La gente de la radio facilitó el material que se necesitaba para microfonear algunas movidas, monitorizar otras y varios quehaceres técnicos de los que yo nunca me entero. Kasko se encargó de esto junto con el técnico de la sala, tratando de sacar un sonido al menos decente. Mientras, los demás colocábamos algún que otro ampli o veíamos el basket, así, un poco de soslayo…
Blancanieves (durmiendo a la derecha) y los siete enanitos.
Una vez terminadas las pruebas de sonido y tal, nos fuimos a papear al bar de marras del pueblo, donde conocimos a unos personajes cuyas manos eran más gordas que las de Ben, el de los 4 Fantásticos… jodo petaka, de verdad que no me gustaría probar una hostia ni del camionero ni del pescadero, que era su colega de barra.
Mientras degustábamos la cena, iba llegando la poca peña que asistió al concierto, casi todos venidos de Madrid. También hubo gente oriunda, pero bueno, entre todos no superamos la media centena, creo yo. Gracias de cualquier manera por asistir, chavales.
A eso de las 11 abrió la U con su vendaval de Thrash Metal a lo Bay Area (me equivoqué de costa, chicos) con Serra, el bajista de Rancor, sustituyendo a José Carlos, con una tendinitis. Su set fue corto -debido a las circunstancias- pero intenso, como siempre.
Litos y su 5-string chocolate bass
Nosotros salimos una media hora después y justo antes de acometer con “Decade” conté micro en boca uno por uno a toda la peña que en ese momento había y dije: “¡Hola, somos Gauntlet, de Madrí (por supuesto) y vamos a tocar para las 22 personas que hay en esta sala!” Si hay 22, como si hay 22.000. No ahorramos ni una puta gota de sudor y ni un ápice de actitud. Seguimos con “Winners Race” y poco a poco fuimos desgranando todo el disco. Este ha sido el primer concierto con nuestro nuevo bajista, Juan Carlos “Litos” (mote provisional hasta que se nos ocurra otro más porculero, jajaja) y las sensaciones han sido muy positivas. Se ha aprendido todo el set en tiempo record y estuvo muy bien durante toda la actuación. Bueno, le tuve que menear un poco para que no estuviera ahí escondido detrás del altavoz, jaja. La verdad es que no nos oíamos bien, pero bueno, fuimos conscientes de las limitaciones del equipo y tratamos de tocar lo mejor posible. Mi voz aguantó, aunque no estaba en las mejores condiciones, obviamente. Los más jevitones reaccionaron muy acaloradamente a la versión de la FF, donde contamos, como en otras ocasiones, con Jose de Unsouled. Hubo momentos de gran tensión cuando, al cederle mi guitarra y luego al devolvérmela él, se nos enredaron los pelos en las tachuelas de la correayayayaaaay!!
Sylverter Kaskollone : " esto es un infiernooooooooooo"
Poco a poco fue entrando peña en la sala, pero como ya os he dicho antes, no llegaríamos a 50… pero bueno, a pesar del cansancio, nos lo pasamos dabuti y sudamos como puercos, que es lo que nos mola. Qué razón tenían los Platero con lo de “magia deeel rock’n’roll, la primeeera canción y ya estoy bien…”. Cuando estoy follao en el preconcierto, siempre me la canto.
Cerramos el concierto con “Seeds Of Hate” y “…Makes Us Stronger” dejando claro que hacemos HEAVY METAL, por si alguien lo pone en duda. Los más valientes pidieron incluso un bis, pero no les pudimos complacer, ya que Litos bastante ha tenido con aprenderse en pocos días una docena de temas.
Foto de Dani y Miguel número 234.456 de una serie contínua
Con la camiseta empapada, nos dirigimos hacia la barra a degustar unas glucosas bírricas (religiosamente abonadas a la salida…) y con tranquilidad recogimos todo el equipo mientras sonaba Death Metal a kaskoporro. Había una señorita que no paraba de berrear al grito de “cannibal coooooorpse!!!!” jajajaaa.
Agradecer a los chicos de Unsouled que se llevaran parte del equipo pa’ Madrid, ya que los más papas del lugar (Dani, Litos, Kiko 5º G y servidor) seguimos privando por ahí. A estas alturas de la película y después de casi 48 horas sin sobar, yo estaba ya más muerto que Maikel Yason, así que dejé la birra a medio terminar y nos piramos a dormir como Super López al final de “La Semana Más Larga”…… Rrrrooong Rong Rooong ZZZZZZZZZZ
*El premio al MVG (Most Valuable Gaye) de la noche, tuvo dos candidatos… así que ante la duda, el premio queda desierto. Ains.
A las buenas. Seguimos con las peripecias de la G y sus directos.
Hoy toca el estreno allende las fronteras, y qué mejor lugar que Portugal. Es como Galicia pero sin retranca.
Nos despertamos el sábado por la mañana en Luarca, después del festival LMF, en un ambiente de granja-escuela, o de convivencias, o de mili (según educación y años de cada uno). Es lo que tienen las literas y las mantasmilitares. Aprovechando todo el mundo para ir al baño gracias al Sol y sus efectos nocivos sobre vampiros, fantasmas y seres similares, estábamos listos para partir rumbo a Portugal.
Viajando en la furgo por la autopista del Cantábrico, nos íbamos deleitando con el paisaje. Tocando en Luarca, uno se da cuenta de la suerte que tienen en el norte. Fuimos atravesando Galicia, dejando atrás el Cantábrico para ver el Atlántico. La verdad que este viaje ha sido de los más bonitos. El paisaje lo hacía más llevadero.
¡Somos de Madrid!
Cuando todo iba según el guión establecido, atravesamos la frontera y ahí comenzó el calvario con las carreteras portuguesas. Pasar de autopista a tramos dignos de superlicencia fue duro. Tras unos fallidos intentos por llegar al lugar donde nos alojaba la organización, aparecimos a las diez de la noche por el hotel. Otro hotel que era la “Posada de la juventud”. Con ese nombre no te esperas nada muy elegante. Pasamos del colegio de Luarca a los barracones de Portugal.
Decidimos pasarnos esa noche para conocer el recinto, la gente y ya de paso ver a Sepultura, qué cojones. La distancia entre el festival y la posada estaba a 20 kilómetros. Tampoco tardaríamos mucho…
El sitio donde se organiza el festival es espectacular. En una reserva natural, rodeados por el agua del lago, la pequeña península donde estaban los escenarios hacían de estos (parafraseando a un conocido) “un marco incomparable”.
Vale, pero para llegar a un sitio así, pues como que autopistas no hay. Así que a una velocidad media de 40 kilómetros por hora, es hacer cuentas.
Tras conseguir llegar al lugar, y tras las indicaciones erróneas de unos imberbes despigmentados, nos quedaba lidiar con lo peor: la policía portuguesa.
Después de varios controles, idas y venidas, conseguimos entrar. Pero ya era tarde y tuvimos que ver a un grupo folk de Suecia, dignos de morir por lapidación. Tras comprobar que el nivel de inglés en Portugal es el mismo que en España, nos fuimos de vuelta tras descubrir el barril de cerveza y que la gente tomara fuerzas.
Ya el día del concierto, salimos temprano, ya que el rol de grupo era otro. La actuación era a las 4:30, así que no podíamos entretenernos mucho. Al llegar al lugar nos dieron nuestro camerino/trastero, donde conocimos a gente de otras bandas españolas como Minim o Duelo Eterno.
Con el sol atizando, fuimos preparándonos para salir a escena. Con la profesionalidad que un festival de estas características exige, mientras el grupo anterior estaba descargando, nuestro equipo estaba listo para hacer el cambio lo más rápido posible.
Es en estos momentos cuando el concierto anterior se pasa bastante rápido y de repente te ves ya con los trastos en el escenario, listos para empezar.
Con el lago a nuestras espaldas y en el horizonte de nuestra mirada, poco más había entre las orillas. La gente que estuvo en frente del escenario eran pocos sin miedo de torrarse a la hora de la siesta. Comenzamos con “Seeds of Hate” y fue un no parar por el escaso tiempo de actuación que teníamos. Sonaron además “Makes Us Stronger”, “In The Name Of”, “5 Minutes Alone” y “Decade”.
La acogida por parte del público fue muy buena. La primera fila estaba dándolo todo mientras nosotros nos metíamos en nuestro papel. Con las arengas pertinentes, la gente reaccionaba con los cuernos de marras. Para que alguien se queje de los estereotipos.
Nuestra descarga con poco más que contar, ya que en tan poco tiempo no da para mucho. Pero las felicitaciones por parte del respetable al terminar, nos dejaron con buen sabor de boca. Así que después de tantos kilómetros y curvas, en un suspiro estábamos guardando todo en nuestro camerino/trastero.
Santi se despedía con esta actuación de la gira y de la banda, con el honor de haber realizado la primera actuación internacional del grupo (ya sé que suena pretencioso).
Después de todos estos años y al echar la vista atrás, uno se acuerda de las distintas etapas que hemos ido quemando con los cuatro en la banda. Los días de Gruta77 y el amplificador de bolsillo, la primera vez que Miguel estuvo como vocalista al frente de la G, el caso “WahWah” o la época iveliana. Y todo para llegar a “What Doesn´t Kill Us…” y la larga gira que está siendo para nosotros esta presentación del disco.
Todos estos años se resumen en líneas, pero para nosotros ha sido mucho esfuerzo y sudor. Con más penas que glorias y más silencios que aplausos, Santi deja el grupo con la dirección correcta después de todo este tiempo buscando el rumbo al que dirigirnos. Por eso es digno de alabar el salir cuando las cosas están bien, y no bajarse cuando llegan malas épocas.
¡Hola a todos de nuevo! ¿Qué tal las vacaciones? Los Gauntlet nos hemos puesto un poco ceporros, pero no hay nada mejor para volver a coger la forma que patearse la Península Ibérica para repartir metal a kaskoporro. Soy Miguel, el frontman acelerao q en vez de meterse teclas de cocaaarrrl, tiene que inyectarse tila antes de subir al escenario.
Un Lorenzo aplastante reinaba in the sky esta mañana de viernes. La G-goneta, capitaneada por Kasko el baterida conductor, que se ha hecho mil y pico kms. este finde, Dani en el papel de Luis Moya ("trata de arrancarlo"), el que suscribe y Sara, la sra. del chofer, que nos ha estado echando una mano en estos bolos, completábamos el séquito. A Möck el (ex) bajista, lo recogíamos en su curro, que nos pillaba de camino. Estos dos serán sus últimos conciertos con la G. Gracias por estos años de rock'n'roll. Suerte, tronkito.
"¡Que os den por khala, que yo me piroooo!"
Después de unas horas de soportar un calor de cajanasss, atravesamos el puerto de Pajares y Esteso y llegamos a los dominios de Mordor. Niebla, lluvia y fresquito. Ya era hora.
"¡¡Esto para usted, señor guardiaaaa!!"
Llegamos a Luarca justo cuando estaban haciendo la prueba de sonido nuestros amigos de la UNSOULED (enhorabuena por el disco) que, por supuesto, se llevaron unos cuantos "buuuuuuuh!". Sin tiempo para dejar las cosas en el albergue donde nos habían alojado (donde sólo faltaban unas gemelas en triciclo), hicimos la prueba sin mayor problema. El escenario austero, pero muy guapo y amplio. Todo se oía bien y el trato con los técnicos de puta madre, como siempre. Con los deberes hechos, nos tomamos unas birras con la U y sus acompañantes y luego tiramos para el albergue, donde no tuvimos tiempo para nada más que expeler alguna que otra hedionda ventosidat y ponernos nuestros trajes de directo.
Ya era casi medianoche, estábamos a punto para salir. Una vez terminado el concierto de los chavalillos de Dawn Of Fury, a los que conocimos después (la bajista chikinina tenía su morbillo, eh?) subimos al escenario, conectando nuestros cacharros sin mayor problema (ni siquiera yo).
Armado esta vez con la Jackson de clavijebo invertibo, saludo al respetable y abrimos, como suele ser habitual con "A Sheep In Wolf's Clothing". Todo suena guay y el escenario es cojonudo para moverse por aquí y por allí, así que, a disfrutar que es de lo que se trata al fin y al cabo.
Miguel: "Otia, se man olvidao los donus!"
Los otros dos: "Jalapayaaaas!"
De público, la cosa no está mal. Puede haber doscientas y pico personas viéndonos y recibimos de las primeras filas el calor de unos chavales hevitones que cabecean cada riff. Nuestros temas son muy bien recibidos y las versiones, ni te cuento. Van cayendo futuros clásicos, como "In The Name Of ( )" o "Cross Of Shame", alternados con las covers de marras de Panteba, Fear Factory y Metallica. Pura diversión.
"Eh, tú... suelta ahora mismo esa birra, que es la mía"
No paramos en todo el concierto de menearnos. Yo me volví a jugar los tobillos pegando un buen salto desde el escenario para picarme con el público el solo del "5 Minutes Alone". Dani también hizo alguna incursión. Kasko no pudo por razones obvias y Möck tampoco por la osteoporosis :p
Jose de Unsouled me robó la guitarra para tocar con nosotros el "Replica" de la Fear, con lo cual yo me vi libre como un pajarillo para cantarla micro en mano. Por supuesto aproveché la ocasión para bajarme a hacer pogo con el público, que se mostraba entregadísimo.
Una vez terminado el show, nos mezclamos entre el público para seguir tomando unas birras y ver la peazo actuación de nuestros paisanos. Incluso nos invitaron a subir al escenario para berrear el "Fucking Hostile" de los omnipresentes Pantera. Yo ya tenía menos voz que Harpo, pero fue superdiver.
Con la peña, muy bien, se nos acercaba gente de ambos sexos (bueno, de los tres) para comentarnos que les habíamos molado mucho y comprar camisetas o discos. Gracias a todos.
He de decir que los Aggression, que tocaron después de nosotros, pese a hacer un thrash muy purista, también me molaron.
La noche estuvo a punto de complicarse, ya que chapamos a las 6, si mal no recuerdo, hablando (sí, sólo eso) con unas chavalitas y apurando las últimas birras, cortesía de las niñas de la barra. Así que al sobre, que mañana toca un cerro kilómetros.
Tipos guapos en bello paraje.
Por último, agradecer a la organización todas las facilidades y sobre todo la comida del resacoso día siguiente. ¡Nos pusimos hasta el khala! ¡Puxe Asturies!