jueves, 3 de septiembre de 2009

Luarca Metal Fest, 28 de Agosto.

¡Hola a todos de nuevo! ¿Qué tal las vacaciones? Los Gauntlet nos hemos puesto un poco ceporros, pero no hay nada mejor para volver a coger la forma que patearse la Península Ibérica para repartir metal a kaskoporro. Soy Miguel, el frontman acelerao q en vez de meterse teclas de cocaaarrrl, tiene que inyectarse tila antes de subir al escenario.

Un Lorenzo aplastante reinaba in the sky esta mañana de viernes. La G-goneta, capitaneada por Kasko el baterida conductor, que se ha hecho mil y pico kms. este finde, Dani en el papel de Luis Moya ("trata de arrancarlo"), el que suscribe y Sara, la sra. del chofer, que nos ha estado echando una mano en estos bolos, completábamos el séquito. A Möck el (ex) bajista, lo recogíamos en su curro, que nos pillaba de camino. Estos dos serán sus últimos conciertos con la G. Gracias por estos años de rock'n'roll. Suerte, tronkito.

"¡Que os den por khala, que yo me piroooo!"

Después de unas horas de soportar un calor de cajanasss, atravesamos el puerto de Pajares y Esteso y llegamos a los dominios de Mordor. Niebla, lluvia y fresquito. Ya era hora.

"¡¡Esto para usted, señor guardiaaaa!!"

Llegamos a Luarca justo cuando estaban haciendo la prueba de sonido nuestros amigos de la UNSOULED (enhorabuena por el disco) que, por supuesto, se llevaron unos cuantos "buuuuuuuh!". Sin tiempo para dejar las cosas en el albergue donde nos habían alojado (donde sólo faltaban unas gemelas en triciclo), hicimos la prueba sin mayor problema. El escenario austero, pero muy guapo y amplio. Todo se oía bien y el trato con los técnicos de puta madre, como siempre. Con los deberes hechos, nos tomamos unas birras con la U y sus acompañantes y luego tiramos para el albergue, donde no tuvimos tiempo para nada más que expeler alguna que otra hedionda ventosidat y ponernos nuestros trajes de directo.

Ya era casi medianoche, estábamos a punto para salir. Una vez terminado el concierto de los chavalillos de Dawn Of Fury, a los que conocimos después (la bajista chikinina tenía su morbillo, eh?) subimos al escenario, conectando nuestros cacharros sin mayor problema (ni siquiera yo).

Armado esta vez con la Jackson de clavijebo invertibo, saludo al respetable y abrimos, como suele ser habitual con "A Sheep In Wolf's Clothing". Todo suena guay y el escenario es cojonudo para moverse por aquí y por allí, así que, a disfrutar que es de lo que se trata al fin y al cabo.

Miguel: "Otia, se man olvidao los donus!"

Los otros dos: "Jalapayaaaas!"

De público, la cosa no está mal. Puede haber doscientas y pico personas viéndonos y recibimos de las primeras filas el calor de unos chavales hevitones que cabecean cada riff. Nuestros temas son muy bien recibidos y las versiones, ni te cuento. Van cayendo futuros clásicos, como "In The Name Of ( )" o "Cross Of Shame", alternados con las covers de marras de Panteba, Fear Factory y Metallica. Pura diversión.

"Eh, tú... suelta ahora mismo esa birra, que es la mía"

No paramos en todo el concierto de menearnos. Yo me volví a jugar los tobillos pegando un buen salto desde el escenario para picarme con el público el solo del "5 Minutes Alone". Dani también hizo alguna incursión. Kasko no pudo por razones obvias y Möck tampoco por la osteoporosis :p

Jose de Unsouled me robó la guitarra para tocar con nosotros el "Replica" de la Fear, con lo cual yo me vi libre como un pajarillo para cantarla micro en mano. Por supuesto aproveché la ocasión para bajarme a hacer pogo con el público, que se mostraba entregadísimo.


Tenéis fotos superguapas del evento aquí.

Una vez terminado el show, nos mezclamos entre el público para seguir tomando unas birras y ver la peazo actuación de nuestros paisanos. Incluso nos invitaron a subir al escenario para berrear el "Fucking Hostile" de los omnipresentes Pantera. Yo ya tenía menos voz que Harpo, pero fue superdiver.

Con la peña, muy bien, se nos acercaba gente de ambos sexos (bueno, de los tres) para comentarnos que les habíamos molado mucho y comprar camisetas o discos. Gracias a todos.

He de decir que los Aggression, que tocaron después de nosotros, pese a hacer un thrash muy purista, también me molaron.

La noche estuvo a punto de complicarse, ya que chapamos a las 6, si mal no recuerdo, hablando (sí, sólo eso) con unas chavalitas y apurando las últimas birras, cortesía de las niñas de la barra. Así que al sobre, que mañana toca un cerro kilómetros.

Tipos guapos en bello paraje.

Por último, agradecer a la organización todas las facilidades y sobre todo la comida del resacoso día siguiente. ¡Nos pusimos hasta el khala! ¡Puxe Asturies!

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