Café Dom Pedro, Gijón, 14 de Mayo / Sala Estigia, León, 15 de Mayo
L ROCK'N'ROLL ES MI MEDICINA, QUE SE JODA LA ASPIRINA
Qué razón tenían los Gigatrón, porque vaya finde... 5 horas de suenio en todo el finde y como un reloj. Cómo estais? Miguel de nuevo por acoinn... Por cierto, que voy a anglosajonizar los signos de exclamación y/o interrogación y a partir de ahora, voy a poner sólo los del final porque me sale loj cojones.
Dei guan:
Cuarta visita de la G a tierras de Don Pelayo que, a juzgar por la estatua, era un señor que de una hostieja te mandaba directo al Sáhara.
Dani, experto en Tetris
Hablando de reconquista, la fragoneeeta de los Gauntlet arrancaba otra vez. Con bastante retraso en esta ocasión, debido a que nuestro bajista tenía que acabar unas construcciones en las cuevas de Fraggel Rock y no llegó a tiempo a pillar la furgo antes de comer, así que partimos a las 5 de la tarde, después de echarle un poco la peta.
Joooolineeeeees... no merezco vivir...snif!
El viaje se nos hizo muy ameno. Era una tarde lluviosa y apacible y esta vez yo iba delante, con lo cual me tocó hacer de DJ, cosa que me encanta así que íbamos desgranando clásicos de la talla del "7th Son" de los Maiden o el "Keep The Faith" de Bon Jovi. Sí. Ese disco era guay, ké passa. Aunque lo mejor de la banda sonora de este viaje ha sido la archiconocida entrevista del Mariano Garciba al Victor Garciba (mala persona). La escuchamos hasta tres veces! Jajajajaja
Mariano tirando por tierra 30 años de Disco Cross
Pues nada, llegamos un poco tarde, pero con nuestro característico y probado dinamismo, aparcamos en frente de la playa, descargamos, montamos y probamos con bastante rapidez. Nos echaron una manilla la gente de Westhia, que ya estaban por allí.
El Café Dom Pedro es un garito muy guapo. Arriba es un bar al uso y la planta de abajo es un pub/sala de conciertos muy acogedora. Bueno, no es que estuviera muy acondicionada, pero lo suficiente para tocar.
Después de que estos cenaran (y yo mirara) empezaron los Westhia delante de unos cuantos, entre los que se encontraban la gente del Luarca Metal Fest, donde tocamos el año pasado y que se acercaron a vernos. A lo mejor es que los de Oviedo querían ver la playa (jejejeje).
Westhia practica un heavy metal bien ejecutado al estilo, creo yo, de Obús (el cantante, igualite que el Fortu) o Muro... Cerraron su concierto dedicándonos -gracias chavales- un tema un poco friki de la discografía de Barón Rojo, que son paisanos nuestros, y orgullosos que estamos.
Ya con más gente en la sala, salimos a más de la una. Un poco tarde, pero con ganas. Bueno, no hubiésemos empezado tan tarde si el propio batería de los Westhia se hubiera dignado a echar una mano al Kasko, que no fue el caso... pero bueno, tampoco era ese el momento para fomentar mal ambiente entre las bandas. Teniendo en cuenta que el tipo era zurdo y que había que recolocar toda nuestra batería otra vez después de su set, hubiera sido lo suyo, no? Bah, pues nosotros a lo nuestro.
Choque de manos, acoplamos, 8 golpes de charles y a saco con "A Sheep In Wolf's Clothing", sempiterno opener. Estrenábamos versión esta noche, el clasicazo de Pantera "A New Level" que la peña recibió emocionada (sobre todo los de Alameda de Osuna, que estuvieron toda la noche supermotivados). El público se portó muy bien, nos hizo sentir en un ambiente cálido y eso refuerza tu autoconfianza, viendo que la actuación está siendo de su agrado. Con lo cual nos sentimos en nuestra salsa, tocando entre el público, haciendo nuestras posturitas o soltando los chascarrillos de marras...
Desgranamos casi todo el "What Doesn´t Brazos... Haz Más Pesas" (como diría nuestro brother Jose Carlos de los Unsouled jajajaja) viendo cómo el respetable movía las cabezas, lanzaba los cuernos al aire o coreaba algún estribillo. Buen rollo. Nos pidieron hasta el "Palestina" (jajaja, joder, tío, ésa hace mucho que no la tocamos... ¡ese Killer!)
Fin de fiesta con el "Refuse/Resist" y pegándome con los más valientes, como a mí me gusta weeeeeeeeeeeeee!!!
Una vez teminado el concierto, algunos se acercaron al puesto del "merchan" donde estaba Alicia, la sra. del Dani, que nos acompañaba este viaje, a pillarnos algunos CDs donde estampamos gustosamente nuestras firmas.
Y la noche termina como ya suponéis, tomando unas birras con la gente allí en el mismo garito, donde nos trataron muy bien. Litos y yo nos vinimos arriba, pa variar y terminamos con algunos amigos callejeando por Xixón (no pronunciarlo chichón, so pena de que te llamen gilipollas jajajaja) en busca de algún garito para pedirme una tónica a secas, que no estaban ya los cuerpos pa gins... y dormir, dormir, pues no dormimos mucho.
Dei chu:
WaaaAAAAaAaaAHmmm... (bostezo). Coño! Pues no estoy tan mal para haber sobao una hora!
Otto
Desayuno de campeones y rumbo a León. Un viaje corto bajo un sol de justicia (este tiempo está loco, como diría una vieja) y llegada al hotel. Madre mía qué hambre traíamos... así que antes siquiera de registrarnos en el hotel, nos metimos a papear en el restaurante del mismo, donde nos burlaron un poco. La comida era buena, pero no para pagar ciento y pico pavos... Esta gente se subió a echar una minisiesta de 20 minutos y yo decidí drogarme un poco en vez de malgastar ese tiempo en intentar dormirme y me tomé tranquilamente un café que me sentó dabuti mmmmm...
Zafarrancho de combateeeerrrll! Ducha, cambio de gayumbos ( si no, chungo) y trinca la furgo que nos vamos. Llegamos a la sala Estigia a eso de las 6 y allí nos esperaban los Quarantine, que nos echaron una mano a descargar y montar el chiringo. El garito mola, típico bareto jevitón, to pintao de negro y con su futbolín, su billar y tal, que tuvimos que quitar para montar el escenario. Hicimos la prueba de sonido con la sala llena de chavales que estaban por allí echándose un futbolo y tomando las primeras birrillas.
Cuando terminamos la prueba, a eso de las ocho y pico, tiramos para los estudios de Cadena Ser León, donde nos hicieron una pequeña entrevista para el programa de metal "El Vuelo Nocturno" de los 40 Principales (vendidoooooooooos!!!jajaja!). No pude dejar pasar la ocasión de trincar el micro y mandar un saludo a Paquito González y todo el equipo de Carrusel Deportivo, mi programa favorito que tantas sonrisas ha provocado en mis domingos de resaca.
Ya de vuelta a la sala, sin tiempo para cenar (tampoco había mucha hambre, porque nos habíamos puesto hasta el khala a comer), presenciamos la actuación de los Quarantine, que hacen un metal modernete y con mala hostia, como debe ser. Para nuestra sorpresa, la sala estaba llena y se había formado un moshpit de chavales imberbes que a pecho descubierto se entregaban al máximo delante del escenario. Sus canciones molan, pero donde más disfruté fue con la versión del "Colas De Rata" de los entraniables Brujerida, coreada a lo salvaje por los chavales. Cerraron su set con "Davidian" de la Machine Head. Eso siempre es apostar a caballo ganador. Mientras todo esto acontecía, utilizamos los wáteres para cambiarnos, a falta de camerinos. Bueno, ya estamos acostumbrados a esto... el truco está en no pisar el suelo con los calcetos, a riesgo de quedarte askerosamente pegado. Unos ejercicios para calentar la voz un poquito y agazapado en una esquina, concentrándome en lo que sería nuestra actuación.
El set era igual al de la noche anterior, lo único que cambiamos fue la versión de Sepultura, ya que casualmente la hicieron los leoneses también, por el "Fuel" de Metallica, que fue con la que cerramos. El concierto estuvo bien, pero nos sentimos un poco incómodos, ya que aparte de no oirnos bien -como pasó la noche anterior- parece que los Gremlins estuvieron enredando con nuestros equipos. Me quedé sin pila en el inalámbrico, jodí una guitarra, a Dani se le salía cada dos por tres el cable de pantalla... todo contratiempos que provocaron que nuestro show no fuera tan dinámico como siempre, con contínuas interrupciones. A pesar de todo, creo que la ejecución de los temas fue buena y mi voz respondió bien. Joder, impresionante cómo sudábamos...! No recuerdo un concierto en el que hayamos pasado tanto calor. Yo estaba tocando sobre un charco de sudor y las gotas me resbalaban por el brazo hasta la guitarra, daba igual que llevara la muñequera porque estaba empapada ya. Y estos estaban igual. Yo miraba al Curry y parecía que acababa de salir de una sauna gaye. Pues eso, fue un concierto duro, pero el centenar de personas que abarrotaban el garito nos llevaron en volandas durante todo el rato, cosa de agradecer ya que, sinceramente, no esperábamos esa respuesta.
Como ya os digo, cerramos con el "Fuel" pero la peña pedía más, así que la noche terminó en plan Biohazard, invitando a los Quarantine a subir al escenario para tocar esta vez todos juntos el "Refuse/Resist". También invité a subir al primo de Phil Lynott, que se sabía la letra al dedillo y que lo hizo muy bien. Pues si éramos pocos ahí arriba, como colofón absoluto subió un tipo más bien alimentao que la hostia a hacer en gayumbos 20 abdominales, con la de mierda que tendría el suelo, jajajaja! que fue jaleado por todo el público. Vaya fin de concierto más bizarro, pero es nuestro deber prepararla allá donde vayamos, para que se acuerden bien de los Gauntlet.
Como ya os he dicho, bajamos chorreando del escenario y recibimos las felicitaciones de la gente que había presenciado la actuación, desde los más desfasaos de las primeras filas, hasta los más turrakitos que lo habían seguido desde atrás y también los responsables de la sala, que nos ofrecieron unos litritos de birra que bajaron por el gaznate a un ritmo vertiginoso. Yo flipo lo que es el cuerpo humano epañol. Con el calor que pasamos, la de líquido que perdimos y lo cargado de humo que estaba el garito y no recuerdo haber bebido agua ni una sola vez en el escenario... así me explico lo rápido que nos soplábamos los minis mientras recogíamos todos los bártulos.
Rápidamente lo dejamos todo en el hotel, después de pasar por la gasolineba a por algo de papeo, que no habíamos cenado. Kasko, Dani y Alicia se quedaron sobando (o lo que sea) en el hotel, pero el Curry y yo, teníamos ganas de más fies, así que nos cambiamos y pedimos un teka que nos llevara de vuelta al centro de la ciudad. Eran las tres de la mañana cuando llegamos, pero qué ambiente más guapo se respiraba (...tenías razón) la plaza mayor llena de peña y mogollón de garitos por ahí desperdigados. Este y yo íbamos buscando La Caverna de Medusa, que es donde quedamos con los del otro grupo, pero al no encontrarla acabamos en los garitos pachangueros de marras, donde nos dijeron que éramos Bruce Dickinson y una mezcla del Melendi con El Sevilla. Me cago en su padre... El Sevilla??? jajaja, bueno, la verdad es que llevábamos unas pintas que no me extraña que no nos dejaran pasar en un par de sitios. Les den por khala, tejode... Las seis de la maniana daban cuando nos colamos en la discocuadra donde parece ser que termina toda la peña cuando cierra todo lo demás, pero después de un rato nos alienamos y tomamos las de Villadiego. Bueno, antes de esas nos tomamos un Kebazzzzzzz que no se saltaba un gitanol, ya con la papa en todo lo alto.
Uuuuuuuuuuuuhhhhhh... guir cri tors of de naaaait!
Las ocholamaniana. Cero lapicero grados. Qué frío, niñoo. Las calles de León desiertas. Y nosotros llamando a teletaxi. Aquí es donde nos dimos cuenta de que el mundo del metal es muy duro y que sólo los más bolingas y con el paté más duro sobreviven...jajaja!
Ay, qué a gustito cuando llegamos a la cama. Merecido descanso (bueno, cuatro horitas de sueño) antes de poner rumbo a nuestro querido Madrinnnnn.
...ese pijama... parece robado del camerino de los Bella Bestia... bueh, sin comentarios.
Bueno, no tuvimos tiempo de tomar unas tapas por El Húmedo y pedirme un Canei (el vino de los que no les gusta el vino)... pero ya habrá otra ocasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario