martes, 29 de junio de 2010

Piedras Blancas, Festival Castrillón Solidario, 18 de JuÑo


A este paso, vamos a pisar más suelo asturiano que la Letizia...

Os habla Miguel a pie de pódium, ya que tampoco ganamos este concurso. Ni los segundos. Ni los terceros. Ya veo los grandes titulares..."Gaunlets (por supuesto lo pondrán mal), el grupo que nunca ganó nada, cabezas de cartel en el Wacken Open Air 2043!!"

Semos pobres, pero honraus. Y hacemos una música cojonuda. Ké passa.

Salimos de Madrinnnnn a eso de las 11, Dani, Kasko y yo, llevando al Litri como si le hubiera cogido de gravedad el 5º de la tarde, ya que llevaba una resakamahatta de las buenas. Es que ayer se le complicó la noche. Así que, el tío metió el melón en su almohadón y trató de sobarse sin éxito hasta pasado un buen rato.


La emocionante vida de una estrella del roz.

Ancha es Castiba hasta llegar a lo verde. Ay, qué bonito el paisaje esta vez, pero a mí no me jodas, a mí me gusta atravesar el túnel ese que lleva a Mordor y que esté to nublao y que lluevan gatos y perros (prested of de inglis). Si no, el norte no es lo mismo.

Las paradas en las áreas de servicio suelen ser provechosas. Aquí Miguel, disfrutando de su revista favorita: "Nacles de Metal".

Pues con un sol de carallo nos bajamos de la furgo a la hora del café en la misma plaza donde se iba a celebrar el evento. Guapísimo y tochísimo el escenario; aquesta nit íbamos a poder correr a nuestras anchas por ahí arriba.

Tipos grandes, escenario tocho. Como casi siempre, vamos.

Al acercarnos buscando a alguien de la organización, nos topamos con un simpático cubano, Ariel, que era el ingeniero de sonido. Nos comentó que por allí no había nadie y nos fuimos con él a tomar una birrita. Ya a la vuelta, la prueba de sonido se desarrolló sin muchos problemas. El backline... bffff... y a mí me tocó lo más cutre. Un Marshall La Bellota de unos 300 pavos y una pantalla de 4x10. Sí, 4x10. La pantalla de mi móvil es más tocha. Bueno, pues esto es lo que hay! De cualquier manera, el rollo con los técnicos fue bueno, como siempre, así que hicimos nuestro trabajo y prueba terminada a la hora estipulada.

Daniel Millán con sus hijos: John y Aitor.

Era tarde para comer y pronto para cenar, así que nos dimos un pirulo por el pueblo y tomamos unas canias y un tinto de ver...q nooo! q deso no hay aquí! Bueno, pues una Fanta naranja, oiga. A modo de merienda cena, como cuando éramos pequenios, nos pedimos un par de pizzas y unos trailers (?) de papas fritas, que es el alimento básico del Kasko. Cómo le gustan al jodío. "Miguel, tío, no comas salsas", habría espetado el Möck... Joder, si le hubiera hecho caso siempre, ahora me sentaría bien el bañador de Metallica.

La espera se hizo un poco larga, ya que todavía eran las 9. Como yo no puedo parar quieto -bastante tengo con las horas de furgoneta- me puse a jugar al volley con unos chavalillos que a la postre se hicieron fans nuestros (no se tragaron que tocáramos esa noche con Hannah Marrana, bueno Miley Cyrus). A pesar de que las niñas insistieron, no les dimos la dirección del feisbuz porque no queremos tener a la Interpol pisándonos los talones. Es que el padre de una tenía mi edad!!! Qué turraco soy ya. Mientras tanto, Litos, la marmota, se echaba oootra cabezadita en la furgo.

Un día de estos, acaba en el cuartelillo.

Ya se acercaba la hora de tocar, así que tiramos para el camerino que teníamos a pie de escenario, compartido con los otros grupos, a los que no vimos mucho por allí. Bien por la organización, porque aunque era un espacio pequeño para las tres bandas, estaba bien acondicionado con una nevera llena de cositas y un retrete epañol (que por supuesto, estrené) ...eeee, ehem hmm (carraspéese como Ivo) yo me pregunto: dónde iran a parar las cacas de los wáteres móviles...? quién es el encargado de vaciar el recipiente cuando está lleno de heces...? si se pone malo el encargado, hay otro que le sustituya en tan repugnante -aunque igualmente decente- trabajo...? Todas estas preguntas sin respuesta, en la siguiente crónica.

Bueno, dejémonos de mierdas y al grano. Por ciereto... por qué no ponen en los camerinos otro recipiente donde se pueda echar la pus que supura pareja a la sangre y otro liquidillo viscoso-pegajoso cuando te explotas un grano? Así, cuando éste esté (obsérvese la pirueta ortográfica) lleno, puede venir Pepe el Cacas y llevarse toda la hez! Y que se lleve también la escupitera donde son esputados los gargajos esos verdes que se averronchan al bronquio como si tuvieran ganchos! Que la lave a mano y la traiga como los chorros del oro. Jajajajajajaja!!! Viva la escatologida!!!

Chaaaaaaaaaaaaan! Los Gauntlet en escena, ante unas 200 personas (no todas sedientas de metal). Un set directo a la mandíbula. Cinco canciones en veintipico minutos que duró nuestra actuación. Nuestras sensaciones fueron buenas, moviéndonos continuamente por el escenario y el sonido también parecía ser bueno. Hicimos todos nuestros numeritos escénicos, Dani y yo bajamos a tocar en el foso, justo delante del público, la ejecución de los temas fue también buena (siempre se perdona alguna gamba)... todo esto no fue suficiente para seducir al jurado, pero sí a los cabezas de cartel, Avalanch, cuyo cantante vino a felicitarnos después de la actuación, expresando su deseo de "hacer algo juntos en Madrid". Joder, a ver si ese comentario no queda en agua de borrajas...


Pues eso, después de charlar un rato con el vocalista, vimos la actuación de los oriundos. Primero desde el backstage y luego metidos entre el público. Hay que decir que terminó mejor de lo que empezó, y que si hay alguien que pone la actitud en ese grupo, es precisamente el cantante. No cabe duda de que el Rionda es un buen guitarrista, pero se podía mover un poco más, coño! Y el otro, seguramente era el guitarra con el jeto más amargao de la historia del metal. Parecía que en vez de estar en un escenario, estaba de taquillero en el metro... Reseñar que también vino a felicitarnos gente de las otras bandas participantes, e incluso vendimos algún disco. Esto es más importante que ganar unos cuantos pavos: ganarse el respeto de los demás músicos. Sean grupos grandes o "pequeños".

Y la noche no dio mucho más de sóin, ya que todo el mundo tomó las de Villadiego cuando Avalanch terminaron. Así que, sin muchas expectativas de fies, nos fuimos a sobar... Pero cuando llegamos al hotel nos koskamos de que allí había baile post-bodorrio, así que intentamos autoinvitarnos, pero por allí pululaba personal del hotel que no nos lo puso fácil. No estaban dispuestos a que unos melenudos sudorosos les aguaran la fiesta.

A dormir.

Por cierto, buscamos bajista. "Perdimos" al último en la carretera.

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